La moral es una ciencia dirigida a valorar el comportamiento humano; es, pues, una ciencia práctica. Como toda ciencia práctica, recibe sus fundamentos inmediatos de la ciencia especulativa que estudia su objeto.
Todo acto moral lleva implícitas una serie de normas, leyes o principios, a los que hemos llamado códigos morales.
Los códigos morales no son un método infalible para ayudarnos a distinguir las acciones moralmente buenas de las malas.
- No existe una norma que no compone excepciones. Mentir es malo, pero en determinadas circunstancias una pequeña mentira puede evitar sufrimiento a ciertas personas.
- En todo código normativo hay siempre normas que entran en conflicto entre sí.
- Todo código moral anula la libertad positiva de los individuos. Si existe una norma que obliga a actuar de cierta manera, la libertad del sujeto se reducirá a una libertad negativa, limitada por el propio código.
Para poder solucionar estos puntos se han realizado diversas propuestas a lo largo de la historia del pensamiento. Todas ellas, se pueden dividir en dos grandes bloques:
- Éticas indeterministas:
- Postulan la libertad humana.
- Afirman que dicha libertad es condición necesaria.
- Éticas deterministas:
- Niegan la posibilidad de la libertad del ser humano.
- Defienden que todos los sucesos están unidos por una relación inexorable de causas y efectos.
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